Latam
08 /06 / 2021

Resolver el problema del plástico: ¿desafío global u oportunidad?

Los desechos plásticos representan un gran problema: inundan los océanos y también nuestro organismo. ¿Cómo pueden frenarlo fabricantes y consumidores?

Por Redshift, de Autodesk.
 

  • El problema del plástico crece a una velocidad alarmante
  • Las ventajas de resolver el problema de los desechos plásticos
  • 3 formas en que los fabricantes pueden reducir el uso del plástico
  • Cambio sistémico: el camino a seguir
 
Hace 70 años, los fabricantes vieron los albores de los plásticos como una gran revolución. Al fin y al cabo, las ventajas eran obvias: son más ligeros que otros materiales, como el vidrio o el metal, lo que supone un ahorro de combustible para el transporte y de materias primas para su producción. En la actualidad, el plástico ocupa una posición privilegiada en el campo de la fabricación por razones que van desde lo puramente económico (bajo coste para un gran volumen, calidad y repetibilidad) hasta su condición de material higiénico, por ejemplo, en el caso de los dispositivos médicos, que son fáciles de sellar y esterilizar, evitándose así la contaminación cruzada.
 
Gracias a estas extraordinarias propiedades, el plástico es omnipresente en nuestra vida diaria. El problema es que lo es tanto que podemos encontrar sus rastros ya sea en los rincones más remotos del planeta, como la cima del monte Everest, como en algunos de los más inquietantes: nuestro propio intestino.
 
No obstante, con la toma de conciencia de los consumidores del coste económico y global real del plástico, los fabricantes no pueden seguir refugiándose en un aspecto tan limitado como su valor económico. Utilizan demasiado plástico y lo saben.
 
El problema del plástico crece a una velocidad alarmante
 
¿Cuánto plástico es demasiado? En los últimos 40 años, la producción global de plástico se ha cuadruplicado. En total, se han acumulado más de 8300 millones de toneladas en todo el mundo en los últimos 70 años. Eso se debe a que la gran mayoría del plástico producido todavía existe en el planeta. Según un informe de Harvard Business Review, si este ritmo de producción continúa, en 30 años habrá suficientes desechos plásticos para “envolver la Tierra dos veces”.
 
Este no ha sido un buen año para el tema que aquí nos ocupa. Justo cuando la filosofía “Zero Waste” (cero residuos) se convertía en tendencia y cada vez más personas empezaban a comprar envases reutilizables, golpeó la crisis del COVID-19, que obligó a los consumidores a recurrir nuevamente a los productos plásticos de un solo uso. En todo el mundo, el coronavirus provocó un aumento rápido de la producción de ciertos productos plásticos desechables, como máscaras, guantes, botes para desinfectantes de manos, trajes de protección médicos, kits de pruebas, así como contenedores de comida para llevar y otros tipos de productos necesarios para la nueva forma de vida hiperhigiénica en confinamiento. En abril de 2020, por ejemplo, los habitantes de Bangkok utilizaron un 62 % más de plástico que en el mismo período de 2019. Con el impacto en el mercado y las nuevas oportunidades que han surgido como resultado de la pandemia, el sector de los plásticos prevé un crecimiento acelerado en los próximos años. Sin embargo, esta oportunidad de mercado (impulsada por la necesidad de protección en medio de la pandemia) es motivo de preocupación para el futuro.
 
Con tales beneficios económicos, ¿qué tiene de malo producir plástico? El principal inconveniente surge cuando se convierte en desperdicio: se calcula que los consumidores desechan anualmente una cantidad de productos plásticos de un solo uso equivalente a 100 mil millones de dólares. Pensemos, por ejemplo, en los cubiertos de plástico: muchos se utilizan durante unos minutos y acto seguido se tiran, por lo que acaban en los vertederos. La proporción de plástico reciclado sigue siendo inferior al 9 % de la producción mundial. El resto, en el mejor de los casos, se incinera o se arroja a los vertederos. La contaminación plástica está teniendo un efecto nocivo en el entorno natural; especialmente, en los océanos.
 
plastic problem in the ocean
El problema del plástico está afectando al medio ambiente. Los océanos están sufriendo la contaminación de nuestros desechos plásticos.
 
¿Por qué se recicla tan poco plástico?
A corto plazo, fabricar plástico es más barato que reciclarlo. ¿Por qué?
 
  • El plástico virgen se fabrica a partir de crudo barato.
El precio de las materias primas ya estaba descendiendo y, en 2020, el precio del petróleo se desplomó, provocando una fuerte caída en el precio del plástico virgen y aumentando su atractivo económico a corto plazo. Al mismo tiempo, el coste de los plásticos reciclados se ha mantenido alto debido a la ineficiencia de los sistemas de recuperación. Como consecuencia, los fabricantes de ciertas áreas están volviendo a utilizar productos de plástico virgen, en lugar de reciclados, lo que aumenta la demanda.
 
  • La infraestructura de reciclaje está desbordada y es ineficiente.
Desde 2018, año en que China comenzó a rechazar los desechos plásticos procedentes de los EE. UU. debido a su alto grado de contaminación, el sector del reciclaje estadounidense se ha visto desbordado y obligado a enviar sus desechos a vertederos o a otros países. Debido a esta mala gestión, Estados Unidos es hoy el mayor productor de residuos plásticos del mundo. El problema es hoy más urgente que nunca. Necesitamos construir más plantas de reciclaje y gestión de residuos, así como contar con la intervención de los gobiernos.
 
  • La producción de plástico no está estandarizada, lo que dificulta el reciclaje.
Con las técnicas tradicionales de reciclaje mecánico, es imposible mezclar diferentes tipos de plásticos, o incluso plásticos de diferentes colores. Así, las empresas de reciclaje se ven obligadas a reunir grandes cantidades de un determinado tipo de plástico y almacenarlas temporalmente hasta que salga a cuenta procesarlas. Por ejemplo, es muy difícil reunir una cantidad de tenedores de plástico tal que compense el coste de reciclarlos, por lo que normalmente no se reciclan.
 
Si hubiera un nivel de estandarización mayor, todos los tenedores serían del mismo tipo y color. De esta forma, sería más fácil reunirlos y hacer económicamente más viable su reciclaje. Con este propósito, iniciativas como NextGen Cup y Beyond the Bag están animando a empresas y marcas competidoras a colaborar y replantearse productos de uso cotidiano, como vasos de papel y bolsas de plástico, para estandarizarlos y facilitar su reciclaje.
 
¿Por qué reaccionan los fabricantes tan lentamente al problema del plástico?
 
Las empresas que aún no están convencidas de la necesidad de eliminar el uso del plástico corren el riesgo de perder ventas en favor de competidores que publicitan sus procesos más respetuosos con el medio ambiente, recibir multas por una gestión irresponsable de los plásticos de un solo uso o verse en dificultad de aumentar su capital debido a su dependencia de los plásticos. Por primera vez, muchas empresas están sintiendo una presión creciente del mercado en esta dirección.
 
Dicho esto, prescindir del plástico –un material económico, versátil, duradero y conocido– no es fácil. A menudo, las máquinas de moldeo por inyección y otros equipos utilizados para la fabricación de productos plásticos ya se han amortizado y la inversión del capital necesario para trabajar con nuevos materiales y maquinaria pueden ser difíciles de justificar. Por este motivo, es esencial el compromiso por parte de la dirección de las empresas.
 
La transición puede parecer difícil, pero es inevitable, y no se pueden ignorar las consecuencias y los costes de no llevarla a cabo. A las empresas dispuestas a dar el salto les esperan fantásticas oportunidades.

plastic problem crane sorting plastic at recycling center
Hay una necesidad creciente de contar con instalaciones para el reciclaje y gestión de los residuos plásticos.

Las ventajas de resolver el problema de los desechos plásticos
 
Aunque algunas soluciones pueden provenir de medidas legislativas, como la prohibición de bolsas de plástico en diferentes países, la más prometedora radica en el poder del consumidor. Desencantadas con las ofertas a su disposición, personas de todo el mundo están exigiendo un cambio y “votando con el monedero”. Para los fabricantes, esto presenta una oportunidad de oro para responder a esta nueva reivindicación y cosechar los siguientes beneficios:
 
  • Reducción de los costes operativos.
El arquitecto y diseñador francés Philippe Starck se asoció con el fabricante italiano de muebles Kartell para fabricar una silla hecha con materiales 100% reciclados obtenidos de los desechos de dicha empresa. Esta fue la primera vez que Kartell utilizó material procedente exclusivamente de los residuos de su producción industrial, lo que le permitió ahorrar en costes de materias primas y gestión de residuos.
Competitividad. Con un tercio de clientes que ya eligen los productos teniendo en cuenta la sostenibilidad, las empresas podrían observar un aumento potencial de ingresos de 338 mil millones de dólares, derivado de la venta de nuevos productos y servicios más duraderos, junto con la mayor confianza y fidelidad por parte del cliente que esto supone.
 
  • Nuevas vías de inversión
En una carta abierta dirigida a sus homólogos a principios de 2020, Larry Fink, director ejecutivo de la empresa de gestión de inversiones BlackRock, exponía un nuevo e importante parámetro de referencia para los inversores: la política ambiental, social y de gobierno corporativo (ASG) de una empresa. Fink destacaba la importancia de una serie de aspectos, como su consumo de energía y materiales; la salud, seguridad y diversidad de sus empleados y la ética empresarial, los derechos de los accionistas y los planes de compensación de los ejecutivos. Los analistas de Bank of America Merrill Lynch prevén que los fondos de ASG tendrán un crecimiento de 20 billones de dólares en activos durante los próximos 20 años.
 
3 formas en que los fabricantes pueden reducir el uso del plástico

Para los fabricantes, empezar a reducir el uso excesivo que se hace del plástico no es solamente una oportunidad; es también una responsabilidad, y pueden adoptar medidas para acelerar este cambio tan profundo y necesario.
 
1. Utilizar alternativas a los materiales plásticos
En el nivel de los materiales, los fabricantes pueden aprovechar los nuevos materiales regenerativos y otras alternativas a los combustibles fósiles que están saliendo al mercado. Por ejemplo:
 
  • Fibras de hongos para sustituir a la espuma de poliestireno.
  • Piel de pescado y algas, alternativa a las películas de empaquetado plásticas.
  • Bioplásticos y materiales plásticos compostables, diseñados por empresas como Arkemay SABIC, que se están utilizando ya en distintas industrias, como las de la automoción y la electrónica.
 
Las empresas tienen numerosas oportunidades para empezar a utilizar estos materiales más modernos y sostenibles. Y merece la pena: las empresas que lo hacen obtienen certificaciones que les permiten promocionar sus productos en el canal Climate Pledge Friendly de Amazon, dirigido a los consumidores que buscan productos más respetuosos con el medio ambiente.
 
2. Adoptar el modelo circular
En el nivel de modelo de negocio, algunas empresas se están replanteando el diseño y ciclo de vida de sus productos plásticos y están adoptando el modelo circular. Por ejemplo, la plataforma de compras Loop está abriendo nuevas posibilidades al envasado de alimentos y otros productos. La empresa impulsa la creación y el uso de envases retornables y reutilizables para marcas conocidas y ofrece, por ejemplo, helados Haagen-Dazs en envases de acero inoxidable y desodorante Dove en tubos de vidrio.
 
La Fundación Ellen MacArthur, que apoya la transición hacia una economía circular regenerativa, estima que, con solo convertir el 20 % de los envases plásticos en reutilizables, se abriría una oportunidad comercial de 10 mil millones de dólares. Todo un elenco de empresas conocidas, tales como IKEA, SC Johnson, Philips y BlackRock, han establecido una alianza estratégica con la fundación.
 
3. Implementar nuevas tecnologías
La tecnología también está evolucionando para impulsar este cambio en la industria. Herramientas de diseño, como el software Moldflow de Autodesk, ayudan a los diseñadores a incorporar más fácilmente materiales alternativos al proceso de diseño, comprobar qué efecto tiene cada material en la reciclabilidad del producto y pronosticar la energía necesaria para su fabricación. Fusion 360 de Autodesk ofrece a los diseñadores la posibilidad de utilizar y apreciar el valor de materiales sostenibles, como el polímero de alto rendimiento de origen 100 % renovable Rilsan PA11 de Arkema.
 
También se pueden aprovechar otras tecnologías, como la inteligencia artificial (IA), durante todo el ciclo de vida del producto. Por ejemplo, la empresa AMP Robotics utiliza IA y robots en plantas de gestión de residuos para diferenciar rápidamente los materiales que se pueden reciclar de los que no y aumentar, así, los índices de reciclaje.

plastic problem amp robotics robot sorting plastic
Con ayuda de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, los sistemas robóticos de AMP pueden clasificar incluso diferentes tipos de plástico a una velocidad de recogida de más de 80 artículos por minuto, dos veces más rápido que los clasificadores humanos, y con mayor precisión y coherencia. Gentileza de AMP Robotics.

Cambio sistémico: el camino a seguir
 
No hay tiempo que perder. Las previsiones indican que, a menos que se adopten medidas urgentes para reducir las emisiones de carbono hoy, no se alcanzará el objetivo de limitar el aumento de la temperatura a un máximo de 1,5°C, como se estableció en el Acuerdo de París. Los residuos plásticos ya contribuyen de manera importante al calentamiento global, desde el momento de su producción a partir de combustibles fósiles hasta el final de su vida útil con su vertido al medio ambiente. Según las estimaciones actuales, la producción de plásticos representará el 15 % de las emisiones globales en 2050, el equivalente a las de todos los sistemas de transporte del mundo en la actualidad. Asimismo, si no se actúa, en 2050 habrá más plástico que peces (por peso) en los océanos.
 
Los fabricantes desempeñarán un papel importante, pero los consumidores también tendrán un papel mensurable y decisivo que jugar, exigiendo a las marcas un cambio en su uso del plástico. En 2018, Greenpeace publicó una lista de las 10 marcas que más contribuyen a la contaminación plástica en todo el mundo. Como resultado, todas esas empresas han adoptado ahora un enfoque más centrado en la sostenibilidad y se han comprometido públicamente a reducir el uso del plástico o a utilizar una mayor cantidad de material reciclado. Asimismo, en 2019, la cadena de supermercados Trader Joe’s anunció que utilizaría envases más sostenibles después de que una petición de Greenpeace con casi 100 000 firmas les llamase la atención.
 
La organización sin ánimo de lucro Break Free From Plastic publicó recientemente su auditoría anual de los principales contaminantes del mundo de 2020. Investigando un poco, el consumidor puede valerse de este tipo de datos para tomar decisiones mejor informadas sobre a qué marcas apoyar.
 
Durante el vídeo de apertura de la conferencia Circularity 20, Ellen MacArthur declaró lo siguiente: “El compromiso global es eliminar el plástico que no necesitamos, innovar en el plástico que producimos y asegurarnos de que ese plástico se recicle”. Si bien reconoce que el plástico es necesario, especialmente con fines médicos, este debe circular en la economía (donde tiene un valor real) y mantenerse fuera de los océanos.
 
El ser humano tiene la inteligencia colectiva necesaria para extirpar el plástico de su vida diaria y, en última instancia, del ecosistema. Para los fabricantes, reinventar su modelo de negocio eliminando el uso de los plásticos representa una oportunidad de oro para extraer un potencial de miles de millones de dólares que ofrece la economía circular y contribuir, al mismo tiempo, a solucionar uno de los problemas más graves y urgentes de nuestro mundo.